El ruck y el maul
Si la semana pasada hablábamos de las fases estáticas, en esta ocasión trataremos otras jugadas que, pese a producirse con el balón en juego, tienen ciertas peculiaridades que conviene resaltar.
La primera de ellas es el ruck, la situación que se produce cuando un jugador ha sido placado. Si el placaje ha sido correcto y completo, el jugador que lo ha sufrido deberá soltar el balón en el suelo, mientras que el placador deberá soltar a su víctima. Así pues, serán otros jugadores los que deberán pelear por recuperar la posesión, respetando siempre normas como el fuera de juego, entre otras.
El ruck es uno de los aspectos más importantes del juego en el rugby moderno, siendo la situación en la que más infracciones se cometen y, asimismo, en la que más cambios de posesión se producen.
Por otro lado tenemos al maul, más infrecuente pero que, especialmente tras un lanzamiento de banda, puede servir como un arma ofensiva imparable para aquellos equipos que cuenten con una delantera poderosa y bien coordinada. Se produce cuando un jugador consigue permanecer en pie ante el contacto con sus rivales, tras lo cual sus compañeros se sitúan en una posición similar a la de la melé y tratan de hacer retroceder a sus rivales. Una vez en movimiento, el maul es muy complicado de detener sin cometer infracciones, por lo que evitar su formación es la mejor arma defensiva contra él.
